
Picando la verdura, mientras mas menudita, mejor
WILLITS–Con frecuencia solemos imitar las acciones de aquellos a quienes admiramos y queremos. En el caso de las mujeres, duplicar una receta que haya pasado de madre a hija simboliza ese amor que se comparte entre las dos. Así es con Megan Hall Jiménez.
De nacionalidad estadounidense, Megan es mexicana “por inyección,” ya que su suegro lo es. Incluso, no es raro encontrarla por la tarde preparando una cena de tacos o enchiladas.
Originaria del sur de California, esta joven madre y esposa hace su hogar en la pequeña ciudad de Willits. Es aquí donde conquista con su ensalada de atún, tanto a los chiquitines sin gusto a las verduras, como a los adultos sazonados.
Antes de comenzar a preparar la ensalada, mi amiga sugiere que vayamos al súper a comprar verdura fresca. Así llenamos nuestro carrito con apio, zanahoria, cebolla morada, e incluimos el atún, la mayonesa, la mostaza y una salsa dulce de pepinillos.
Al preguntarle por qué escoge la marca particular de cada ingrediente, Megan contesta que el atún debe de estar empacado en agua porque es más saludable que el aceite. El resto de los ingredientes los ha escogido porque todos son de la marca que su madre usaba.
Mientras pica zanahoria, apio y cebolla, Megan me explica que mientras más menudita la verdura, mejor y en seguida me cuenta su vida. A pesar de su joven edad de 36 años, esta señora ha vivido bastantes hazañas.

Los ingredientes preferidos por La Señora Hall
En los años 70 los padres de la joven, ambos profesores de preparatoria, participaron en un intercambio a nivel internacional. En ese entonces, el Señor y la Señora Hall recibieron noticias que habían sido escogidos para dar clases de preparatoria en Inglaterra. Enseguida comenzaron a empacaron y se mudaron a la casa de unos maestros ingleses en Leicester, Inglaterra. Por otra parte, los maestros ingleses se cambian a la casa de la familia Hall en el sur de California. Y es así que Megan nace y vive sus primeros meses en la isla inglesa.
Poco después de que Megan cumple seis meses, sus padres terminan el año escolar en el extranjero y regresan a su casa de Torrance, en el sur de California. Por años la familia permanece tranquila hasta que esa tranquilidad se desvanece el día en que el médico diagnostica al padre de Megan con cáncer. Ese evento desata unos años turbulentos para toda la familia.
A pesar de los obstáculos de la enfermedad, el padre de Megan termina su curso de quimioterapia exitosamente. A raíz de las buenas noticias, la familia Hall se muda del sur de California y se establece en la ciudad costeña de Fort Bragg, en el norte de California, con la intención de recuperar ánimo y serenidad.
Efectivamente, esa tranquilidad se logra hasta que recae el Señor Hall. De nuevo los Hall se movilizan para mejor cuidar al padre de la familia. Pero al final, la enfermedad lo vence y Megan, a los diez años de edad, pierde a su papá.
Me relata mi amiga que en esos días no comprendía el por qué de lo sucedido y que sentía una tremenda furia contra su padre. Esa furia ha pasado y los recuerdos de aquellos días son dulces e inspirantes. Explica que cuando mira cuidadosamente a su hijo de 5 años parece estar mirando a su padre.
Es más, esta joven de ojos verdosos explica que la influencia que su padre ha tenido sobre ella vive hasta la fecha. Me cuenta que ambos padres le dieron una educación ejemplar y le inculcaron una filosofía política muy liberal y bien entonada. Recalca que gracias a la fortaleza y el valor de su madre, Megan pudo superar su dolor. Pero aclara que tristemente, su padre no conoció a su esposo.
De hecho, su madre sí. El día en que Megan y su futuro esposo se conocieron fue el mismo día en que ella cumplió 18 años. Parece ser que su mejor amiga se presentó a la fiesta con dos jovencitos: el novio de la amiga, y un compañero.
La Señora Hall calibra la situación al momento que ve pasar el flechazo entre su hija Megan y “el compañero,” Steven. Durante toda la fiesta la Señora se mantiene con el pie al cañón vigilando tanto a la hija como al nuevo galán. Pero como suele suceder cuando llega el verdadero amor, ni la madre ni el Cuerpo de la Marina Estadounidense pueden prevenir ese romance.
A los meses del noviazgo, Steve se enlista en el Cuerpo de la Marina y es enviado a San Diego. Lógicamente, siendo de actitud política liberal, participante en manifestaciones contra la guerra y opuesta a la violencia en general, La Señora Hall se inquieta. No comprende cómo su hija, criada por dos seres defensores del liberalismo puede aceptar a alguien quien acoge la filosofía de las Fuerzas Armadas Estadounidenses.
A pesar de las dudas de su madre, Megan se reúne en San Diego con Steve y se casan. Al terminar su contrato con El Cuerpo de la Marina, la pareja se establece en la pequeña ciudad de Willits. Gracias a la instrucción durante su servicio militar, Steven recibió su título de electricista. El joven es propietario de una compañía muy exitosa. Por su cuenta, Megan es dueña del estudio de danza Energize Willits.
Madre de dos pequeños hijos, cuando se le pregunta a Megan cómo se le ocurrió abrir un estudio de danza, declara que un día alguien le ofreció un volante invitándola a participar en una clase de Zumba. Dice que desde esa primera clase quedó deslumbrada por el dichoso baile y que al poco tiempo se animó a sacar su licencia para dar clases.
Pasando un año se le presenta la oportunidad de abrir su propio estudio con sus amigas, Rachel Cash y Erin Fitzpatrick. Listas y capaces, las tres mujeres lo hacen. Actualmente, es típico encontrarlas en el centro de Willits haciendo sus diligencias, vestidas de mallas y blusones, preparadas para ejercitar su pasión del Zumba. Inclusive, no es raro verlas bailando con chicos, ya que también dan clases de Zumba para niños. Las tres Zumbadoras son madres y les interesa el bienestar de los chicos en general.
Por cierto, a pesar de tener una madre consciente de la salud infantil, los dos pequeños Jiménez Hall aborrecen la ensalada de verdura verde. Pero su madre es astuta y ha descubierto que si les prepara una ensaladita de lechuga con verdura y la sirve con bastante Ensalada de Atún en vez de aderezo, los chicos se la devoran.
Megan Hall Jiménez, de Inglaterra a Torrance, de Fort Bragg a San Diego y por fin a la pequeña ciudad de Willits, no deja de ser hija de su mami. Y aunque no repita con frecuencia la gratitud que siente por el amor de su madre, el hecho de que no pasa un día sin que platiquen por teléfono, o que frecuentemente navegue las 30 y tantas millas vertiginosas de Willits a Fort Bragg para saludar a su mamá, me da a entender lo mismo. Es más, el hecho que esta joven comparta una receta que ha pasado de madre a hija define el cariño entre las dos.

¿Lista? ¡A comer, se ha dicho!
Ingredientes
1 lata de atún en agua
1/4 de taza de zanahoria picada
1/4 de taza de apio picado
1/8 de taza de cebolla morada
2 a 3 cucharadas soperas de mayonesa
Un chorro de mostaza
1-1/2 cucharadas soperas de salsa dulce de pepinillo
Preparación
- Se lava bien la verdura
- Se pica el apio, la cebolla, y la zanahoria, mientras mas finitos mejor
- Se cuela el atún
- Se vierten estos ingredientes en un tazón
- Se les agrega la mayonesa, la mostaza y la salsa dulce de pepinillo
- Se mezclan bien todos los ingredientes
- Se sirve la ensalada sobre galletitas saladas, o si se ha doblado la receta, se puede servir sobre una ensalada verde sin aderezo.

Megan Hall Jímenez, lista para preparar una Ensalada de Atún
Por Fédez Rosillo
Domingo, 25 de Septiembre de 2016